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– Es una manera de encomendar nuestro trabajo diario a Dios, pero también de renovar nuestro compromiso de operar con ética, solidaridad y confianza en el futuro: Tere Castillo
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Chihuahua, Chih. — En un acto de gran relevancia espiritual y profundo simbolismo para la comunidad, se llevó a cabo la celebración de la Eucaristía en el corazón de la Central de Abasto de Chihuahua, que preside la empresaria Tere Castillo.
Este acto, que responde al deseo expresado desde el inicio de la actual administración de la Unión de Comerciantes, encabezada por su presidenta Tere Castillo, marca un momento histórico para este espacio que día a día alberga el trabajo, el esfuerzo y los sueños de miles de familias chihuahuenses.
En su mensaje, Tere Castillo, presidenta de la Unión de Comerciantes de la Central de Abasto de Chihuahua, destacó que esta consagración trasciende el ámbito religioso y fortalece también la visión empresarial de este importante centro económico:
“Para nosotros, esta consagración es una manera de encomendar nuestro trabajo diario a Dios, pero también de renovar nuestro compromiso de operar con ética, solidaridad y confianza en el futuro. Creemos firmemente que la estabilidad espiritual y la unidad fortalecen la productividad y el ambiente de negocios.
La Central de Abasto es el corazón económico de miles de familias, y queremos que sea también un espacio donde prevalezcan los valores que nos hagan crecer juntos, no solo en lo económico, sino también en lo humano. Esta bendición es, sin duda, también una inversión en esperanza y en prosperidad.”
Durante la ceremonia, el Pbro. Ernesto Guerrero Bernal realizó la consagración solemne de la Central de Abasto y de cada una de sus bodegas al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María.
El Padre Ernesto recordó que “consagrar este lugar de trabajo al amor de Dios es abrirle la puerta a Cristo, invitarlo a ser el centro, el que guíe, el que proteja y el que inspire cada acción”. Subrayó que el Corazón de Jesús “ama sin condiciones” y que su presencia es fuerza y esperanza en medio de las dificultades sociales y económicas que se viven.
“El Corazón de Jesús es un refugio seguro, un manantial de esperanza”, expresó el presbítero, al tiempo que llamó a los comerciantes a vivir con honestidad, justicia y fraternidad. También encomendó a la comunidad a la protección maternal de la Virgen María, “quien nos enseña a confiar, a no perder la fe y a caminar con dignidad”, profesó.
La consagración simboliza un compromiso espiritual y social de toda la comunidad de la Central de Abasto, que desde hoy queda bajo el amparo y la guía de los Corazones de Jesús y de María, como un signo de renovación, unidad y confianza en el porvenir.
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